Estoy probando las posibilidades de compartir y de embed de Grooveshark para Blogger, y para eso, intentaré embeber algunas canciones de la serie estadounidense Glee, una de mis favoritas en el momento.
Acabo de crear un nuevo álbum en mi cuenta de Flickr con algunas de las fotos que tomé en un viaje reciente a Villa de Leyva, Boyacá. Nunca había estado por allá, ni tenía muchos planes de ir, pero por cosas de la vida resulté allá, y ahora digo siquiera. De los paisajes más hermosos que he visto en Colombia. Vale la pena visitar.
Cuando se explora la web, siempre existe la posibilidad de encontrarnos con dos clases de cosas, las que valen la pena y las que no.
En una de esas búsquedas motivadas por la curiosidad, me encontré hace mucho tiempo con un tal Nick Pitera quien aparentemente podía hacer todas las voces de Disney, sin importar si los personajes eran hombres o mujeres. Como en Internet hay tantas cosas que prometen ser y nunca terminan siendo, la primera vez que lo vi tenía mis dudas, las mismas que se disiparon después de los primeros 30 segundos de video. El tipo tiene una voz increíble, sabe controlarla muy muy bien, y sobre todo, no le da pena hacer algo por lo que podría ser increíblemente molestado, pero que resultó siendo todo un éxito.
Hoy estaba buscando ese primer video que vi de él, y aunque no pude encontrarlo, si se me cruzó uno en el que se nota su evolución como estrella de Youtube, ya tiene efectos, mejor calidad técnica en su video, y hay una narración que va un poco más allá de las canciones. Aquí está:
Ayer por la noche, el el Café Teatro del Ballet Folklórico de Antioquia en el Poblado, tuve la oportunidad de presenciar la obra "La Tonada Siniestra" del Teatro Musical de Colombia.
Lo que me pareció más interesante, es que la obra es una adaptación musical de tres cuentos de Egar Allan Poe. Es que aquí en Medellín no hay teatro musical, y que empiecen a desarrollar una propuesta de este tipo en la ciudad, habla muy bien del desarrollo actual de las artes.
Como soy amiga de una de las actrices y encargadas del proyecto, sé que desde hace mucho tiempo este grupo tiene ganas de formar una compañía de teatro musical en la ciudad, y que su idea es proyectarse hasta convertir la ciudad en un referente importante en el tema.
Todavía se están dando los primeros pasos, pero saber que este grupo está desafiando todo en la ciudad para recorrer ese camino, me permite soñar con que es posible que logren cumplir con lo que están trabajando.
Si tienen la oportunidad, vayan a ver esta propuesta tan interesante que está hoy y mañana sábado 20 de Octubre, y que cuenta con talentos muy interesantes y una puesta en escena muy particular.
Estoy apenas reconectándome con el mundo. Llegué apenas hoy de un viaje de varios días sin Internet ni teléfono. Confieso que me hizo falta, pero también es bueno, de vez en cuando, sentir la ausencia de la tecnología y así reflexionar sobre la importancia que le damos y la que tiene en realidad.
Para ponerme al día, aqui estoy bloggeando desde una conferencia del II Festival Audiovisual CC (creación colaborativa) de Medellín, en donde están exponiendo un nuevo portal web: www.indyon.tv, en donde se pueden encontrar películas colombianas independientes.
El año pasado, cuando estaba de intercambio en Montevideo, Uruguay, fui con unos amigos a un concierto del cantautor cubano Silvio Rodríguez, y sin temor a equivocarme, digo que fue uno de los mejores conciertos en los que he estado.
Empiezo diciendo que estaba en la parte más alejada de la tribuna, que casi ni veía a Silvio o a los músicos, que todos a mi alrededor eran más altos que yo, y que hacía mucho frío. Pero empezó a cantar ese hombre, y el mundo simplemente se desdibujó. Lo que más recuerdo es ese frío penetrante, la luna brillante, el cielo en parte nublado y en parte estrellado, y unos árboles movidos por el viento detrás del escenario. Por ratos sólo cerraba los ojos y me dejaba llevar por la música, por la guitarra, por las letras. Definitivamente, fue toda una experiencia.
Al salir del concierto escribí algunas cosas en mi libreta. Este es el resultado:
Desde que tengo cuenta en Youtube he ido haciendo una lista de reproducción con música que en uno u otro momento de mi vida me ha gustado. La lista no responde a ningún género, ni a ningún orden, ni a nada; simplemente es una recopilación de música.
Hoy, mientras la escuchaba, se me ocurrió que podía poner la lista aquí en el blog, para compartir un poquito de mis gustos musicales, y ¡Oh sorpresa! Se puede compartir aquí, así que, abrí este post para ponerla. Espero que algo les guste.
Si bien todavía no me es indispensable escribir en el blog, el hecho de llevar tantos días escribiendo diario, está haciendo que se me vuelva costumbre, que por las noches siempre recuerde que debo entrar al blog, y que, tenga o no algo que decir, debería actualizar este espacio, sobre todo, para ir acostumbrándome y que algún día se me vuelva una necesidad.
Realmente esta es la segunda vez que intento generar en mi el hábito de escribir aqui. Lo inteneté una vez, pero no siempre quería postear los cuentos que escribía, así que empecé a escribir en un cuadernito, y hasta ahí me llegó el blog.
Esta vez, espero que me dure más el asunto.Por ahora no voy mal, ¿o sí?
Aunque tengo cuenta en Twitter desde hace ya bastante tiempo, siempre la he utilizado más para leer que para postear, así que, cuando pongo algo, generalmente no hay ningún problema.
Hoy sin embargo, abrí una cuenta nueva para manejar desde allí toda la información de un cortometraje en el que estoy participando. La emoción fue mucha, porque la cuenta fue creada con un propósito particular, así que había mucho por hacer.
Tres horas después de crearla, ya seguíamos casi a 200 personas, nos habían retwiteado, marcado como favorito uno de nuestros tweets, y teníamos nuestros primeros seis seguidores. La sorpresa llegó, cuando apareció la notificación de que la cuenta había sido suspendida por sospecha de spam. Puro error de primíparos, pues por no saber qué de podía hacer y qué no, incurrimos en faltas contra el reglamento. Como la cuenta la necesitamos con cierta urgencia, me puse en la tarea de demostrarle a Twitter que no somos robots, ni una cuenta fantasma, ni nada de eso. Después de tres correos electrónicos, y un par de horas de castigo, el soporte de Twitter nos escribió para decirnos que nos devolvía la cuenta, pero que nos portáramos bien para que no nos la suspendieran definitivamente.
Ahora sé que tengo que tener más cuidado, pero sí es como se aprende, no? Equivocándose sobre la marcha, como me pasó hoy.
Dos frases llaman la atención y
resumen el documental “Libertad en la Red”. La primera: “el Internet nació como
rebelión, como espacio de libertad”, la segunda: “esto choca con nuestro innato
deseo de beneficio y control”. Entre
estas dos posturas se ha desarrollado toda la historia del Internet, y de
nuestra experiencia como usuarios.
El documental habla sobre el
nacimiento del Internet, y de su concepción como algo gratuito, libre, abierto
a todos; y más adelante, nos muestra los inicios de la monetización del mismo, de
las primeras licencias y del cambio hacia un Internet que emula el mundo de los
negocios de la vida real. Esa dualidad es la realidad única del Internet, en
ella nos movemos como usuarios en búsqueda de contenidos gratis y de un espacio
de libre expresión, y en ella se mueven también los empresarios y productores
de software y contenidos, que ya no ven la Web como ese espacio revolucionario
que empezó siendo, sino como un lugar más para hacer negocios. Desde que se
creó el Internet este ha sido un problema constante, y ahora, en pleno 2012, es
todavía el tema más cuestionado. Gracias a ese acceso mundial, a ese espacio
que se le abre al ciudadano del común, es que en los últimos años hemos
presenciado revoluciones enteras que se inician en las redes sociales y
encuentran allí un amplificador para las voces de protesta. Pero, al mismo
tiempo, compañías multinacionales y gobiernos, buscan desesperadamente la
manera de cerrar ese acceso cuasi ilimitado, de controlar esas comunicaciones,
de limitar los contenidos, y sobre todo, de cancelar esa sensación de conexión
global que nos ha brindado Internet.
En muchos países alrededor del
mundo se está buscando la aprobación de leyes que restrinjan el Internet, que
permita al gobierno controlar la información que fluye por sus países y la
conectividad de sus ciudadanos con el resto del mundo. Es más, sin las leyes ya
muchos han empezado a hacer esto, y en vez de aprovechar la oportunidad para
llevar contenidos a todo el mundo, los restringen y no permiten que estos
lleguen a países diferentes al propio. O, ¿A quién no le ha pasado que no puede
ver un video en Youtube porque no está autorizado en su región?
Hablando de usuarios de Internet, podríamos decir que hay básicamente dos tipos: los fanáticos (quienes ven en el internet la oportunidad de conectarse con todo el mundo, de compartirlo todo, de hacer realidad sus sueños y de mejorar su calidad de vida) y los paranoicos (quienes ven el Internet como un gran control, un ente superior que lo sabe todo, lo ve todo y lo usa todo en nuestra contra). A ambos los puse en la categoría de usuarios, porque ya el Internet es una necesidad, y aunque algunos se sientan muy inseguros usándolo, lo más probable es que tengan que hacerlo regularmente. La verdad es, que aunque seguramente se encuentran usuarios que pertenezcan a uno de los extremos, la mayoría de nosotros nos ubicamos en algún punto intermedio.
La realidad que se refleja en el
documental “El Precio de lo Gratuito” no hace otra cosa que reforzar la idea de
que los paranoicos podrían tener la razón, y si bien el Internet nos ofrece una
cantidad de ventajas impensables, nos cobra carísimo por acceder a ellas. Los
usuarios de Internet somos el público objetivo y el producto, así que las
empresas que trabajan en la web, tienen todo para ganar, sobre todo porque
nosotros mismos les proporcionamos toda la información que necesitan. Me viene
a la cabeza un video
que posteé aquí en el blog hace unos días, de un hombre que lee la mente de las
personas, y sabe información muy privada y muy detallada de los que lo visitan.
Aconsejo verlo, para entender un poco el alcance y el poder que tiene el
Internet sobre nosotros.