viernes, 15 de mayo de 2009

Impresiones y reflexiones sobre el libro Obstinación de Herman Hesse (parte 1)

Cuando nos enfrentamos a un libro autobiográfico en el que no se narra ninguna historia ficticia, ni se encuentra o se prueba la tesis de una hipótesis, ni se expone el resultado de una investigación, sino que simplemente se cuentan los acontecimientos de la vida diaria y los pensamientos que diariamente se producen en la cabeza, el libro puede tornarse un poco lento y en ciertos momentos en los que las cavilaciones son especialmente profundas e importantes solo para el autor, puede también tornarse muy pesado, pero si se mira más allá, si se persiste en la lectura, en algún momento empiezas a sentir que conoces al autor como si fuera un amigo de toda la vida, como si fuera alguien muy cercano. Esto fue lo que me pasó al leer Obstinación de Hermann Hesse. El libro, que empieza contando la biografía del autor cuatro veces seguidas, cada una vista desde un punto de vista distinto, continua con fragmentos de los diferentes diarios que a lo largo de su vida Hesse escribió. Lo que más me llamó la atención y me animó para leer hasta el final, fue lo similar que era su pensamiento de niño y adolescente con el que yo he tenido en las mismas épocas, y que tengo en este momento.

Después de los diarios, el libro continúa con una serie de cartas que el autor escribió a sus padres en su época de colegio, en las que comentaba su descontento con la educación que recibía, su inconformismo con la institución que lo acogía y con la hipocresía de la misma, su regocijo con los libros y la magia; sus sentimientos hacia los demás y hacia el mismo.

En esta parte, el entonces joven Hermann Hesse, se muestra como una persona culta pero falto de interés por lo que las instituciones educativas por las que pasó, podían brindarle; además, desde ese momento ya existía la curiosidad y el profundo interés por los libros, por la historia y por las religiones.

Él, que aunque muy creyente e hijo y nieto de hombres de la iglesia, nunca confió mucho en su propia religión, en cada párrafo que le dedicó a las diferentes religiones, se nota el profundo respeto que tiene por estas y por los que creen en ellas.

Así como él, opino que es la espiritualidad, más que la religión, lo que al hombre de hoy le hace falta; aunque no estoy de acuerdo en que debamos creer ciegamente como lo hacen los creyentes más tradicionalistas, ya sea individuos solos o grupos enteros. Las culturas Orientales, con su solemnidad, su profundo respeto por las creencias arraigadas, y sus inmensas demostraciones de fe, nos tienen una gran ventaja a los Occidentales, puesto que tienen resuelto sus más grandes conflictos existenciales, y pueden dedicarse al resto de los problemas y situaciones más terrenales y humanos sin grandes temores, pues saben que todo lo tienen ya resuelto si actúan siempre con la idea de recorrer el camino del bien, según lo que sus cánones espirituales les dictan. Pero, por ese mismo sacrificio y entrega ciegos, por su obligación tácita a acceder a todo lo que está escrito en la vida y en la historia, es que la civilización y la técnica en los países occidentales se desarrollaron mucho más rápido, puesto que sus religiones, creencias y, gobernantes y mandatarios eran un poco más laxos en las normas y leyes, tanto humanas como divinas; aunque sean bien conocidos los intentos tan agresivos que existieron a lo largo de la historia, por mantener a los pobladores del mundo, bajo un mismo pensamiento y una misma ley máxima. Sin ir muy lejos, conocemos las persecuciones de la Inquisición en Europa, que buscaban acabar con los “herejes”, o más bien con todo aquel que significaba algún peligro para la Iglesia Católica. Aún teniendo este tipo de episodios, el mundo Occidental siempre fue un poco más adaptable y por eso los avances tecnológicos, fluyeron más rápido que en otras culturas, incluso más antiguas que los Europeos.

Estas diferencias entre Europa y los países Occidentales (para Herman Hesse) y China y los demás países Orientales hicieron parte de la constante búsqueda y preocupación que el autor trató de resolver durante toda su vida. La ciencia contra la religión, el infinito conflicto sin solución y sin conciliación, y él, no fue ajeno a esto.

Además de estos pensamientos, Herman dice en El Diario de Martín, (págs. 84-89):”…Esta era la doctrina, la única doctrina del mundo. Estas eran las palabras de Jesús, de Buda, de Hegel, cada uno con su teología. Para ellos, lo único importante en el mundo es el ser más íntimo, el alma, la capacidad de amar. Estando eso en orden, da igual comer mijo o bizcochos, llevar harapos o joyas, que el mundo concuerda en pura armonía con el alma, es bueno, está en orden.

A nadie es capaz de amar el hombre como a sí mismo. A nadie es capaz de temer tanto como a sí mismo…” (pág. 87) refiriéndose a el más importante descubrimiento que hizo en su vida. Con esta frase, resumió lo que pensaba de las religiones, que pensaba en ellas como una sola en la que lo importante es el amor. Con amor decía, todo está bien. Si amamos, nada puede salir mal, estamos en paz con todos y lo más importante, con nosotros mismos. Dijo también, que “el que es capaz de amar es feliz” (pág. 86), y en esto estoy completamente de acuerdo. Amar, no es, dar si estoy recibiendo, querer a alguien porque ese alguien me quiere a mi, sino simplemente entregarse. Entregarse sin restricciones, sin limitaciones, sin esperar nada, simplemente por el placer de dar. Todo en la vida es relativamente pasajero y tiende a agotarse, pero el amor, cuando está presente, hace que todo lo demás pase a un segundo plano.

Aunque seamos una sociedad consumista, que está acostumbrada a medir la felicidad con la vara de las posesiones, nadie está realmente completo si no tiene amor; puede ser hermoso, rico, inteligente y exitoso, pero si no tiene amor por algo o por alguien, todo esto no es suficiente y no tiene un sentido real.

continúa...

1 comentario:

Juan José Gaviria dijo...

hola solo pasaba para decirte hola y bueno lei el cuento y esta muy bacano gran talento tienes :P y para pedirte que me acompañes a comprar en ingenierias!!!