Hablando de usuarios de Internet, podríamos decir que hay básicamente dos tipos: los fanáticos (quienes ven en el internet la oportunidad de conectarse con todo el mundo, de compartirlo todo, de hacer realidad sus sueños y de mejorar su calidad de vida) y los paranoicos (quienes ven el Internet como un gran control, un ente superior que lo sabe todo, lo ve todo y lo usa todo en nuestra contra). A ambos los puse en la categoría de usuarios, porque ya el Internet es una necesidad, y aunque algunos se sientan muy inseguros usándolo, lo más probable es que tengan que hacerlo regularmente. La verdad es, que aunque seguramente se encuentran usuarios que pertenezcan a uno de los extremos, la mayoría de nosotros nos ubicamos en algún punto intermedio.
La realidad que se refleja en el
documental “El Precio de lo Gratuito” no hace otra cosa que reforzar la idea de
que los paranoicos podrían tener la razón, y si bien el Internet nos ofrece una
cantidad de ventajas impensables, nos cobra carísimo por acceder a ellas. Los
usuarios de Internet somos el público objetivo y el producto, así que las
empresas que trabajan en la web, tienen todo para ganar, sobre todo porque
nosotros mismos les proporcionamos toda la información que necesitan. Me viene
a la cabeza un video
que posteé aquí en el blog hace unos días, de un hombre que lee la mente de las
personas, y sabe información muy privada y muy detallada de los que lo visitan.
Aconsejo verlo, para entender un poco el alcance y el poder que tiene el
Internet sobre nosotros.
Yo, que soy usuaria regular de
Internet, acepto que tiendo a sentirme más paranoica que fanática, lo que se
traduce en una incomodidad bastante grande cada que tengo que crear una cuenta,
poner una foto, subir un video, o dar algún tipo de información mía. Aun así,
estoy en varias redes sociales, posteo fotos, tengo este blog hace ya varios
años, y antes solía chatear (aunque ese era un interés de adolescencia que ya
perdí afortunadamente). Como dije antes, no podemos escapar al Internet, y
además, aunque pudiéramos, nos da tanto que seguramente aquí seguiríamos,
intercambiando información por información, privacidad por acceso.
Creo que ante todo ese poder que
le damos como usuarios a las empresas virtuales, para que comercien y se
enriquezcan a costa nuestra, todos como usuarios tenemos dos opciones: ser muy
conscientes de no poner nada en la red, que no le diríamos a cualquiera por la
calle, y así garantizarnos cierto “poder” sobre esas empresas virtuales que hacen
mercadeo con nosotros; o aceptar que el mundo cambió, que en vez de dinero ahora
pagamos con nuestros datos, y dejarnos llevar por el flujo constante de
información que nos ofrecen a cambio.
Después de ver el documental, diría que la primera opción es la más
sensata, pero viendo la realidad en la que vivo, no puedo dejar de pensar que
estamos condenados a que sea la segunda opción la que continúe haciéndose cada
vez más fuerte. El mundo real está cediendo espacio ante el digital, ¿Cómo entonces,
podríamos intentar revertir la corriente del río poniendo una mano en el agua?
Creo que lo que queda, es sumergirse y nadar.
PD: La clasificación de los usuarios de Internet (en fanáticos y paranoicos) fue creada para este informe a modo de ilustración, no pertenece a ninguna teoría que haya leído, ni está expuesta en el documental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario