sábado, 15 de septiembre de 2012

Chicago

En Julio del presente año estuve en Chicago con mi mamá. No había pensado en poner nada en el blog al respecto, pero estuve viendo unas fotos que tomamos durante el viaje, y recordé que sí había una cosa en particular de la que quería hablar.

Empiezo diciendo que Chicago es una ciudad hermosa, y si bien hace mucho calor en verano, tiene tantas actividades, tantas cosas para hacer y visitar, y tanta energía, que después de un par de días, haces caso omiso al calor, para intentar no perderte nada.

 De las cosas que conocimos, definitivamente hubo una que nos llamó mucho la atención a las dos, y puedo decir sin temor a equivocarme, que es mi sitio favorito en esa ciudad (por lo menos de los que conocí), y que si algún día tengo la fortuna de volver, intentaré pasar la mayor cantidad de tiempo en ese lugar. Sobre todo si regreso en verano, la época del año en la que más se utiliza este lugar.

El Jay Pritzker Pavillion es un escenario para conciertos, al aire libre, en la mitad del parque. Pero no es cualquier escenario, sino uno de última tecnología, con espacio suficiente para albergar una orquesta entera, o una ópera. Además del escenario como tal, y de las sillas que tiene para quienes prefieren ver los espectáculos de cerca, el Jay Pritzker Pavillion tiene una manga enorme detrás de las sillas, que se usa para que la gente vaya a hacer picnics (y se llena TODOS los días) mientras escucha a quien se esté presentando ese día (y sí que lo escuchan, pues hay todo un sistema de sonido que cubre la totalidad de la manga).

Además de contar con el espacio, la ciudad de Chicago organiza en verano, eventos gratuitos para la comunidad, pero no únicamente con artistas locales, sino con artistas de renombre mundial. Y la gente asiste masivamente, muchas veces sin saber quién se presenta, y más por disfrutar de lo que queda del día cuando salen de trabajar.

Mi mamá y yo asistimos como a cuatro conciertos, lo que me parece bastante pues en sólo 20 días uno tiende a no repetir lugares, pero no podíamos evitar terminar nuestras tardes ahí, viendo a la gente aprovechar el verano, aprovechar a sus amigos y familiares, a sus hijos, y al sol, que por lo que me han dicho, tiende a ser bastante escaso el resto del año.

Para terminar, aquí les dejo un par de fotos del lugar, porque desafortunadamente videos no tengo, siempre estabamos ocupadas en otra cosa (en la música o en la gente) y no se nos ocurría sacarlos.








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