martes, 18 de septiembre de 2012

Sobre ese día en El Tartamudo

Me acabo de encontrar una cosita que escribí el día del concierto de Valentina en El Tartamudo. Lo más probable es que lo haya escrito trasnochada, justo cuando llegamos del bar, dejándome llevar más por la emoción que por cualquier otra cosa. Igual, como la posteé hace poco, me pareció que valía la pena compartirlo. Aquí está:

"Tango: Día tranquilo, no esperamos nada. De noche aparece un concierto. Chaqueta de cuero, converse amarillos. El tartamudo. Bar (más que un bar) de dos pisos. Abajo, paredes de piedra, luces cálidas y un tipo de rastas con sonrisa grande. Escenario bien equipado. Una mina de veinte años con un vestido muy corto. Un tipo simpático con sombrero blanco. Tocan juntos. Las manos en la guitarra vuelan. Tiene por lo menos cincuenta dedos. La voz de la chica es muy potente. Desgarra el alma y alegra el corazón. Sonrió, sonrió mucho. Suenan tambores, llega el candombe. La gente se para y baila tango. Todos saben bailar, todos lo disfrutan. La chica toca flauta traversa. Otra mujer se para y canta. Sonríe cuando canta y tiene pómulos grandes. Un tipo toca el piano. Es alegría pura, es cultura, es Uruguay. Y yo estuve ahí para verlo".

Es corto, pero creo que expresa muy bien lo que fue esa noche, más desde las sensaciones que desde la narrativa, y es sólo así que recuerdo esa noche, como una experiencia, como una situación llena de sensaciones que recuerdo más por lo que me generó que por lo que realmente pasó. Y por eso quería compartirlo.

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